La Concejalía de Medio Ambiente también lleva a cabo un tratamiento preventivo para el control de la población de palomas mediante el procedimiento de captura con jaulas-trampa durante los próximos cuatro meses
Arboledas, setos, vegetación arbustiva de solares, y zonas verdes y ajardinadas han sido las áreas en las que se ha intensificado el tratamiento de desinsectación exterior que en la madrugada de este martes se ha llevado a cabo en los cascos urbanos de Yebes y Valdeluz. A partir de las 3:30 horas de la madrugada y hasta primeras horas de la mañana para no interferir en la actividad rutinaria de nuestro municipio. “Con el objetivo de mitigar los efectos de las plagas de moscas, mosquitos y demás insectos propios de esta época del año sobre la población”, reitera Vidal Gaitán, concejal de Medio Ambiente. Mediante el sistema de pulverización a presión con cañón, la empresa especializada encargada de realizar estas labores garantiza que el método y técnica empleados en esta fumigación cumplen las normativas vigentes en materia de salud y seguridad. No obstante, desde el Ayuntamiento de Yebes se recomendó a los vecinos que evitase el tránsito por las zonas tratadas, así como los paseos con mascotas.
“Hay que agradecer la colaboración ciudadana, que siguió al pie de la letra las indicaciones de evitar las salidas a la vía pública para no obstaculizar estos trabajos”, reconoce Gaitán. Por segundo año consecutivo, la concejalía de Medio Ambiente ha planificado este tratamiento para evitar la proliferación de moscas y otros insectos molestos durante el verano. Se ha esperado hasta este momento para que las condiciones meteorológicas y de temperatura fueran las idóneas para que el tratamiento surtiese efecto. Los episodios de tormentas de estas últimas semanas y las bajadas de temperaturas a las que han ido asociadas limitaron la reproducción, desarrollo y actividad insectívora en esos días, “por lo que ha habido que esperar a recuperar los ambientes secos y temperaturas elevadas”, argumenta Gaitán. Que recuerda que Yebes por los cuatro puntos cardinales y el núcleo de Valdeluz al norte limitan con terrenos de labor “cuyas faenas agrícolas no contribuyen precisamente a evitar la propagación de insectos”.
Obstruyen los sistemas de evacuación de aguas pluviales, sus excrementos ocasionan daños en edificios y mobiliario urbano por su capacidad corrosiva y constituyen vectores de transmisión de enfermedades a personas y animales domésticos o contaminar depósitos de agua, además de las molestias resultantes de la suciedad que generan las deposiciones y plumas en los puntos de cría, reposo y alimentación. Son los principales inconvenientes de la sobrepoblación de la paloma doméstica, para cuyo control se lleva a cabo una campaña de mantenimiento preventivo de esta población en el núcleo de Valdeluz. “De un tiempo a esta parte habíamos detectado que esta especie se ha multiplicado en varios enclaves de esta zona urbana y, tras dimensionar el problema y localizar e identificar las zonas con mayor problemática, hemos arbitrado las soluciones oportunas”, explica el edil de Medio Ambiente. Una vez efectuado el diagnóstico y tras avistar las bandadas y áreas de anidamiento, se ha diseñado un plan específico.
Que consiste en un programa de capturas en las zonas más criticas mediante la colocación de jaulas trampa en puntos estratégicos, que se han elegido atendiendo a criterios técnicos. “Estos armazones disponen de un mecanismo que permite la entrada de las palomas en su interior y evita que puedan salir”, precisa Gaitán. Para atraer a los individuos se colocan una serie de cebaderos con agua y comida, consistente en una mezcla de semillas, o mediante la colocación de alguna hembra a modo de reclamo. Las jaulas se revisan con una periodicidad semanal a lo largo del periodo de captura, que se ha estimado en cuatro meses. Las palomas capturadas se introducen en cajas de transporte y se trasladan a las dependencias de esta empresa especializada, que las cede a un centro de recuperación de fauna salvaje, a centros de cetrería o, en su defecto, son sacrificadas en una cámara de anoxia mediante dióxido de carbon de acuerdo con la normativa vigente.